mayo 15, 2008

Anti-Poesia

El Primer Mal

I

Solo en mi habitación…
Buenos y malos pensamientos se van mezclando
Bajo la tenue luz de las velas…
Mi sombra toma vida…

II

Me comienza a hablar de la vida y sus responsabilidades
Me la describe como si se tratase de un jardín de jazmines…
Plantado sobre el cementerio de una antigua guerra,
En donde se enfrentaron tus miedos y tus fortalezas

III

La eterna guerra daba fin a la hora de tu muerte
El jardín de jazmines era solo un falso rostro…
Una falsa mascara de felicidad
Mascara que usarías frente a tus protegidos
Una sarcástica agonía que verán en invierno
Cuando te marchitaras y secaras en la tierra de la humanidad
Para que esta te humille y pisotee?

IV

Si realmente deseas q la guerra termine
Debes terminarla tu mismo…
Me atormentas!, me pides!…
Me recomienda! q termine con mi vida
Para encontrar la paz interior?

V

La vida no solo es guerra
También entrega felicidad y tranquilidad
Para llegar a la suprema felicidad
Debes pasar por la pena del infortunio
Y luchar para cuidar la felicidad de tus protegidos

VI

Luchar!?…
Luchando siembras sufrimiento, empañas tristeza
Dañas a otros para buscar felicidad
Desenvainas tu espada, reclamando suprema felicidad
De la misma manera entregas eterno sufrimiento a otros

VII

Con la muerte eres feliz sin dañar a nadie
Terminas tu guerra interna
La suprema felicidad es nada…
La eterna felicidad lo es todo…

VIII

Mi corazón se acelera, como si quisiese salir
Con el dedo me presiono, siento dolor
Saco la funda a mi daga
Me rasguño la superficie, como buscando un punto fijo

IX

El rojo de la piel revela el dolor físico
Ya nada me detenía…
Ya cegado con sus palabras puse la daga en la vela
La sombra comenzó como mi Némesis
Y termine siendo su ciervo

X

El único que puede sacarte de esto eres tu…
En final todos terminamos estando solos
La felicidad debes tomarla, no esperarla
La felicidad humana es una mentira
Descansa junto a mí…

XI

La daga estaba roja de calor
La puse apuntando al punto fijo…
Sin vacilar penetre mi corazón
La sangre recorría y manchaba mi cuerpo
Hormigueaba y relajaba mis músculos
Como si se tratase del de una prostituta
Vacío y pero a la vez claro
Todo por un oscuro fin
La muerte…
Un final egoísta de tu propia historia

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